Finaliza un curso y se inicia un debate, deberes en verano ¿sí o no?
Si preguntamos a distintas familias y profesionales de la educación nos encontraremos con opiniones a favor y opiniones en contra. Lo cierto es que el artículo 31 de la Convención sobre los Derechos del Niño reconoce “el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes”.
El problema no son los deberes en sí, en verano un niño puede tener deberes, pero han de ser distintos a los que ya haya realizado durante el curso escolar. Hay que tratar de mantener la rutina, pero ésta no tiene por qué ser a través de un libro de sociales y tres horas estudiando.
A muchas familias les surgen las típicas dudas de si su hijo olvidará lo aprendido si no abre un libro en todo el verano pero no debemos olvidar que existen muchas maneras de aprender y que pueden seguir haciéndolo de manera totalmente diferente. ¿Cómo? A través del juego.
¿Qué opinan los expertos de los deberes en verano?
Nuria García Alonso, psicóloga infantil y juvenil, describió cuatro puntos clave de los deberes en verano:
Fomentar las materias que más han costado durante el curso escolar, sin que eso signifique «quedarse encerrado estudiando teoría. El verano es una oportunidad ideal para sumar, para mejorar y para desconectar de la teoría escolar».
Tener paciencia y no caer en el agobio. Las familias suelen agobiarse ante la idea de cómo llenar el tiempo libre de sus hijos y suelen decidir tenerlos ocupados todo el día mediante campamentos, cuadernillos, clases particulares o videoconsola. Siempre hay que buscar fomentar el estudio pero sin olvidarnos de que el niño también deba pasar tiempo libre y de ocio.
Creación de una rutina de verano. Esta rutina no debe ser una continuación de la rutina que se sigue durante el curso escolar sino que, tiene que ser una rutina más tranquila que permita a los más pequeños recargar las pilas de cara a septeimbre.
Fomentar la motivación y tiempo en familia. La vacaciones son, en muchas ocasiones, sinónimo de pasar tiempo en familia. «El verano es la época perfecta para invertir en salud familiar. Viajar o pasear. Cualquier motivo que signifique disfrutar beneficiará el clima familiar, motivando a cada miembro de la familia pero sobre todo a los más pequeños»
Deberes en verano: aprender jugando.
Aunque nuestros hijos no hagan deberes como tal, nunca dejan de aprender, de cada momento sacan un aprendizaje.
El juego es muy importante para los más pequeños. A través del juego se pueden llegar desarrollar habilidades necesarias para aprender y para su desarrollo escolar, como por ejemplo, la creatividad, la memoria, la atención, la concentración, la planificación, la comprensión lectora o el cálculo, entre otros.
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Puedes consultarlo aquí: Entrevista a Eva Hernanz de @mamaevapsicopedagoga
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