El rendimiento escolar es algo que a todos los padres les interesa. Es ese término que define si sus hijos se están desempeñando bien en el colegio o, por el contrario, necesitarán un poco de ayuda para alcanzar los objetivos. No obstante, alguna vez te has preguntado qué significa realmente el rendimiento escolar y cómo puedes ayudar a los más pequeños a conseguirlo.
¿Qué es el rendimiento escolar?
El rendimiento escolar es una medida de las capacidades del alumno, en el que se encuentra reflejado los conocimientos y habilidades que ha adquirido el niño durante el periodo escolar.
¿Cómo mejorar el rendimiento escolar?
Existen diferentes factores que determinan el rendimiento escolar de los niños. Desde la dificultad de ciertas asignaturas hasta la situación que puedan tener en casa o su estado psicológico.
Por ello, detallaremos a continuación 12 claves para aumentar el rendimiento escolar en los niños.
- Establecer horarios: definir las horas de estudio, el tiempo de dedicación para cada trabajo o tarea, es fundamental para una buena organización. Intentar cumplir con el horario establecido logrará que los niños obtengan los resultados deseados.
- Mejora de la atención y concentración: el tiempo dedicado al estudio es muy importante respetarlo, por lo que habrá que apartar toda distracción que los niños puedan tener al alcance, como por ejemplo, teléfono móvil, tablet, televisión, etc. Así el tiempo invertido será aprovechado al máximo y las habilidades se desarrollarán al máximo.
- Disponer de un ambiente adecuado: en algunas ocasiones un bajo rendimiento escolar se debe a un inadecuado espacio para poder estudiar. Es conveniente tener un lugar asociado a la realización de tareas. Este lugar debe tener luz, ser un espacio cómodo y en el que haya mínimas distracciones, para potenciar la concentración y la atención.
- Promover la motivación: cuando se quiere conseguir el máximo resultado en el rendimiento escolar, hay una característica que hay que fomentar, la motivación. Hay que animar a los niños con los retos que se van encontrando, ofrecerles un refuerzo positivo para que sepan que pueden lograr las metas propuestas.
- No tener miedo a pedir ayuda: no hay que tener miedo a pedir ayuda ante ciertas situaciones que no sabemos o no podemos resolver. Será de gran utilidad si los niños preguntan si hay algo que no les ha quedado claro y tener la posibilidad de que la otra persona les repita, de diferentes formas, la explicación para lograr entenderlo con claridad.
- Tiempo productivo: esta característica se encuentra muy relacionada con el establecimiento de horarios. Puesto que, el tiempo dedicado a las tareas y preparación para un examen debe ser tiempo de calidad, es decir, tiempo aprovechado para el máximo desarrollo.
El estar determinado tiempo sin aprovecharlo, se traduce poca motivación, distracciones y pérdida de tiempo. Todo ello, desencadena en un bajo rendimiento escolar.
- Implantar un método de estudio eficaz: cada niño presenta unas características y unas habilidades diferentes, por ello, cada uno aprenderá mejor de una determinada forma. Los distintos métodos de estudio sirven para que cada alumno pueda desarrollar sus capacidades al máximo. Esto no quiere decir que haya un método mejor que otro, sino que a cada persona le es más eficaz uno que otro.
Seleccionar el método adecuado conlleva a un tiempo productivo más satisfactorio.
- Disponer de recursos innovadores y tecnológicos: las herramientas que nos ofrece la tecnología son muy útiles, ya que nos dan la posibilidad de obtener información variada de diferentes fuentes de referencia. Internet nos abre un mundo de posibilidades para ampliar, crear o aclarar conocimientos.
Es una alternativa para buscar una solución.
- El aprendizaje de ser divertido: los conocimientos que vamos adquiriendo a lo largo de nuestra vida los interiorizamos mejor si los aprendemos de manera divertida, debido a que lo asociamos a esa emoción. Los niños aprenden más rápido jugando y explorando, lo que conlleva mantenerlos durante más tiempo en la memoria.
- Fomentar el refuerzo positivo: este punto es muy importante para los niños, ya que promueve el aumento de la motivación, atención y concentración. Al recibir un refuerzo positivo, los niños repiten las conductas reforzadas y ayuda al desarrollo óptimo de rutinas de estudio exitosas.
- Identificar las causas del bajo rendimiento escolar: las causas pueden ser múltiples y variadas y normalmente se presentan más de una a la vez. Esta detección debe hacerse lo más rápido posible para poder realizar una evaluación y, con ella, una intervención para que no ahonde en el bajo rendimiento escolar.
- Crear hábitos de estudio: es muy importante que los pequeños tengan rutinas y hábitos que cumplir. El tener un hábito de estudio hace que los niños sean más responsables y organizados.
Todas estas claves son imprescindibles para que un niño tenga un buen rendimiento escolar. Aumentar la motivación mediante refuerzo positivo desencadena en un buen hábito.
Por último, puedes echar un vistazo a la entrevista que hicimos a Gaman Pedagogía, en la que, entre otros, charlábamos sobre las dificultades escolares en los niños.
¡Os deseamos un gran fin de semana!
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